A través de la oficina de Prácticas Profesionales, dos estudiantes lograron vincularse con la empresa internacional MICLA, que les dio la oportunidad de capacitarse en el extranjero.
La excelencia con sello jesuita que caracteriza a la IBERO Puebla llega hasta Brasil gracias al esfuerzo y dedicación de Alejandro Torres, estudiante de la Licenciatura en Ingeniería Automotriz, y Enrique López, estudiante de Ingeniería Mecánica y egresado de la Licenciatura en Ingeniería Mecatrónica. Ambos viajarán a las instalaciones de MICLA Brasil para ser capacitados como diseñadores por computadora (CAD designers junior).


Ambos ya forman parte de esta empresa italiana de ingeniería y diseño, que lleva más de 15 años innovando en la industria de transportes y ensamble. MICLA llegó a México con el propósito de ampliarse cada vez más, y es gracias a esta sede nacional que Alejandro y Enrique tienen la oportunidad de desarrollar sus conocimientos en el extranjero.


Como vínculo clave de este proceso estuvo la oficina de Prácticas Profesionales de la IBERO Puebla, que ayudó a ambas promesas de la ingeniería a potenciar sus capacidades y a encontrar este espacio significativo para su formación académica y profesional.


“No hay grandes sacrificios que vengan sin recompensa”: Alejandro Torres


Para Enrique, esta oportunidad es emocionante y única, pues, aunque hay un poco de miedo en su interior, el proyecto en MICLA une sus dos pasiones: la ingeniería mecánica y la mecatrónica. “Estoy bastante nervioso principalmente porque va a ser de mis primeras experiencias fuera del país, pero bastante emocionado y con expectativas bastante altas, porque ahora sí que es un mundo nuevo”.


La IBERO Puebla lo “enamoró” desde el principio; aspectos como el compañerismo, la filosofía jesuita y las instalaciones de vanguardia que ofrece la Universidad lo llevaron a hacer de esta casa de estudios su alma máter en dos ocasiones consecutivas.


Para Enrique, su paso por la universidad se vio marcado por espacios como el IDIT, “que es casi casi la casa de nosotros los ingenieros de la IBERO Puebla. Fue donde más me fui enamorando de la ingeniería, ya que lo que a mí siempre me gustó, aparte de los automóviles y los aviones, es también la robótica, es de lo que más nos fue aportando la Universidad”.


Alejandro también encontró un espacio de conocimientos, oportunidades y crecimiento en la Universidad Jesuita, pues solo ahí pudo encontrar el enfoque que quería darle a su vida: “Ayuda el hecho de que te presentes como una persona humana y no solamente como un trabajador. Creo que te ayuda a tener este tipo de oportunidades”.


El factor diferenciador de la IBERO Puebla de priorizar el amor por el servicio a la sociedad es lo que, considera Alejandro, lo ayudó a superar sus límites y miedos para poder llegar a lugares como MICLA. Para él, tomar este tipo de oportunidades marca la diferencia en la historia de vida, y ayuda a desarrollar nuevas capacidades que aportarán a la vida profesional.


Todos estos aspectos en su conjunto llevaron a Alejandro y a Enrique hasta Belo Horizonte, Brasil, donde estarán alrededor de un año como diseñadores de piezas plásticas, metálicas y mecánicas de automóviles. Ambos estudiantes regresarán a México para capacitar a sus compañeras y compañeros en MICLA, y así logren tener un acercamiento profesional extraordinario, tal como ellos lo están experimentando.