Ray Zubiri
Justo en Semana Santa llegará a la pantalla grande la cinta El exorcista del Papa, basada en documentos reales del padre Gabriele Amorth, el exorcista italiano oficial del Vaticano, el más famoso y respetado de todos los tiempos. Tiene en su haber más de 160 mil exorcismos a lo largo de su vida. Russell Crowe será el encargado de darle vida en esta película.
No les voy a hablar de la película, que seguramente estará plagada de exageraciones y suposiciones sobre la realidad que enfrenta una persona que lucha contra estos entes, que probablemente muchos tienen dentro y ni siquiera se han dado cuenta.
Gabriele Amorth nació en mayo de 1925 en Módena. Desde temprana edad, Amorth comenzó a vivir una existencia agitada y llena de anécdotas. A los 18 años se unió a los partisanos y combatió a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando el régimen fascista de Mussolini cayó, el famoso político italiano Giulio Andreotti intentó llevar a Amorth a la política, pero éste decidió hacerse sacerdote.
Amorth se unió a la Sociedad de San Pablo, en 1947, y se ordenó como sacerdote en 1951. Fue hasta junio de 1986, bajo la dirección del padre Candido Amantini, especialista en tratar y expulsar demonios, que se convirtió en exorcista de la Diócesis de Roma.
El sacerdote vivía en una pequeña y austera habitación, en el tercer piso de una casa para sacerdotes ancianos, ubicada al sur de Roma. Su propiedad estaba decorada con imágenes de Jesús, la Virgen María y el padre Candido Amantini (su mentor).
En muchas ocasiones las víctimas practican actividades que, sin saberlo, podrían estar abriendo puertas hacia lo maligno o condenando a sus descendientes a través de brujería, hechicería, espiritismo, espiritualismo, curanderismo, adivinación, mancias, péndulo, ouija, magia, esoterismo oriental, satanismo, vampirismo, darks, culto a la satánica muerte, vudú, candomble, macumba, santeria, palo mayomble, esoterismo, new age, meditación trascendental, chamanismo, manejo de energías, terapias alternativas, cuarzos, angelología esotérica, eneagrama, constelaciones familiares, reencarnación y otras más.
El padre Gabriele Amorth dejó un gran precedente en libros sobre exorcismos como Narraciones de un exorcista, Más fuertes que el mal: El demonio, reconocerlo, vencerlo, evitarlo y El último exorcista: mi batalla contra satanás. De igual forma, fundó la Asociación Internacional de Exorcistas, en 1990, de la que fue presidente honorario con reconocimiento por la Iglesia Católica.
Algunas de sus declaraciones fueron bastante fuertes, pues decía que personajes como Adolf Hitler y Josef Stalin estaban poseídos por el diablo; también cuando habló de Harry Potter, afirmando que los libros de J. K. Rowling incitan a los niños a creer en la magia negra y la hechicería.
De hecho, El Exorcista fue su película preferida de Amorth, ya que trata del exorcismo de un demonio en una muchacha joven, historia basada en un exorcismo real efectuado en los años 50 en San Luis, Misuri, Estados Unidos. Al respecto, Amorth piensa que la gente debería verla, para que el público se dé una idea de lo que es un exorcismo sin tantos efectos Hollywoodenses.
Este aterrador momento fue también utilizado en la película El Conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo (estrenada en 2021), donde una tranquila ama de casa es víctima de una posesión por un ente maligno, que en ese caso se trató de una aterradora bruja.
Hoy en día hay muchos charlatanes, pues no cualquiera puede hacer un exorcismo, la persona debe llevar una vida de oración, fe, actos de caridad y juicio. Además, debe basarse y confiar únicamente en la palabra de Dios y la oración tradicional, estar completamente desprendido de las preocupaciones monetarias, ser profundamente humilde y no atesorar oscuridad.
Su vida fue de gran trabajo y aportación, al saber identificar los principales síntomas de la posesión de un ente maligno en un cuerpo. Escupir, vomitar fragmentos de vidrio, piezas de hierro o pétalos de rosa, son parte de los elementos que el padre pudo documentar en cada uno de los miles de exorcismos en los que estuvo presente.
Gabriele Amorth murió a los 91 años de edad, en 2016, a causa de una afección pulmonar. Tras su muerte el periodista Domenico Agasso escribió El padre Amorth continúa. Se trata de la biografía oficial, de 240 páginas, en las que recorre sus 91 años de vida, 62 de ellos como sacerdote y 30 como exorcista.
La columna de esta semana ha terminado, pueden ir en paz y recuerden
“Todo el mundo es vulnerable a la acción del diablo… absolutamente todos” Gabriele Amorth
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