México es uno de los países con más ciclones tropicales y frentes fríos del mundo, debido a su posición geográfica y relieves. Los daños a la salud y a la infraestructura de las ciudades los convierten en los fenómenos meteorológicos más poderosos y destructivos, por lo que la desinformación y los mitos a su alrededor son frecuentes.

Por ello, el meteorólogo operativo de la Secretaría de Marina, el teniente Lic. Carlos Alberto Cota Ibarra, expuso la importancia e impactos de estos fenómenos en el VIII Congreso Caminos de la Sustentabilidad, organizado por el Consejo Estudiantil de Representantes la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, ReverdeCER.

Es muy importante que conozcan sobre meteorología, porque ustedes como ambientólogos sustentables deben solucionar ciertos problemas que tienen que ver con la materia”, dijo el experto, quien fue secundado en su afirmación por la directora del Departamento de Ciencias Sociales, la Dra. Nadia Castillo Romero.

Al ser esta la octava edición del congreso, la Dra. Castillo Romero felicitó la iniciativa estudiantil que ha existido entre los organizadores desde 2016. Igualmente, reafirmó el apoyo hacia estos espacios de crecimiento académico que “salen directamente de la comunidad estudiantil a partir de aquellas temáticas que son de lo más oportuno para el presente”.

Así pues, el teniente profundizó en las características de los ciclones tropicales, también llamados sistemas de baja presión por las condiciones de presión atmosférica que los origina. Los ciclones tropicales se caracterizan por formarse en los mares cálidos en los que se presentan nubes abundantes, lluvias, chubascos y tormentas eléctricas.

Los ciclones tropicales se categorizan dependiendo de la intensidad de los vientos, donde el más bajo es la depresión tropical con vientos de menos de 62 km/h. Le sigue la tormenta tropical, cuyas corrientes van de 63 a 118 km/h, y por último están los huracanes, con ráfagas que rebasan los 119 km/h.

Los huracanes, al ser de mayor intensidad, tienen métricas específicas para ser estudiados y categorizados. Su intensidad, por ejemplo, se mide con la escala Saffir Simpson, conformada por cinco categorías distintas que van de menor a mayor dependiendo de la velocidad del viento. Si son corrientes menores a 119 km/h, se localizan en la categoría uno; si sobrepasan los 249 km/h, en la cinco.

Igualmente, su tamaño es un dato estadístico importante, cuyas categorías son: muy pequeño/enano, pequeño, mediano/medio, grande y muy grande. Como aclaró el especialista, esto no define el daño que puede hacer, pues todo dependerá de la vulnerabilidad del territorio al que el fenómeno llegue.

Sus impactos significativos son las lluvias torrenciales, tornados, vientos fuertes, inundaciones y la marea de tormenta, que es la suma de los efectos de la marea alta, la marejada ciclónica provocada por las lluvias y la marea de tormenta que crea un oleaje más grande de lo habitual.

Estas inclemencias suelen debilitarse gracias a las cadenas montañosas que existen en el país. Sin embargo, cada año hay al menos 5 ciclones que impactan directamente en México, de los cuales 2.9 entran por el océano Pacífico y 1.8 por el Atlántico. Las temporadas donde se dan con más frecuencia son del 1 de junio al 30 de noviembre en el Atlántico y del 15 de mayo al 30 de noviembre en el Pacífico Nororiental.

Si bien estas cifras resultan reveladoras y útiles para el control estadístico de los ciclones tropicales, no son una ley universal que se cumple año con año. Más bien, estos acercamientos numéricos permiten a las autoridades de primera respuesta y a la sociedad estar listos ante cualquier desastre natural. En caso de requerirlo, la secretaría activa el Plan Marina para brindar auxilio a las comunidades afectadas por desastres naturales.

Por otra parte, los frentes fríos, aunque no son del todo destructivos, afectan a la sociedad al frenar actividades económicas como la pesca con el cierre de puertos, o la ganadería al originar sequías en los campos o congelar las cosechas. Este fenómeno se origina porque una masa de aire frío se desplaza de forma abrupta y constante, lo que crea una baja considerable de la temperatura.

Si bien el cuidado de la ciudadanía ante cualquier inclemencia climática es una de las principales funciones de la Secretaría de Marina, también realiza otras actividades de servicio a la comunidad. Tales incluyen brindar información pública y gratuita a través de la Red de Estaciones Meteorológicas, generar modelos numéricos para determinar el comportamiento de una región, y la toma de imágenes satelitales para el campo de estudio meteorológico.