A más de 4,000 almas competentes, conscientes y comprometidas se sumaron más de 950 jóvenes mujeres y hombres, que estarán preparándose para ser las y los mejores para el mundo en la que hoy es su segunda casa, la IBERO Puebla. Con risas, reencuentros, abrazos, entusiasmo y fraternidad inició un nuevo semestre en la Universidad Jesuita.
Las y los estudiantes de nuevo ingreso fueron cálidamente recibidos por el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla, quien deseó que vivieran al máximo la vida universitaria acompañados de la excelencia académica con pertinencia social que distingue a la Casa de Estudios.
“No queremos que ustedes sean los mejores en su profesión solamente, queremos que sean las y los mejores para la vida. Por eso es que decimos que la IBERO Puebla forma, no a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo”, dijo a las y los nuevos integrantes de este semillero de agentes de cambio.
Además, gracias al compromiso de la Universidad con la multiculturalidad y la ampliación de fronteras, se unen a la Comunidad juventudes de todas partes de México y el mundo: más de 430 estudiantes foráneos, de los cuales 23 provienen de otros países.
La Comunidad se nutre con jóvenes de Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala, Hidalgo y otros municipios de Puebla, como Zacatlán, Teziutlán, Tehuacán, Atlixco, entre muchos otros. Este encuentro de identidades y estados llena a la Universidad de vida en este nuevo inicio de semestre.
El Mtro. Arturo González González, SJ, director del Centro de Formación y Acompañamiento para el Desarrollo Integral y representante de la Consulta Jesuita, recordó la tradición de más de 450 años que constituye a la IBERO Puebla como institución confiada a la Compañía de Jesús, y que asegura una tradición educativa de alto valor social y humano.
“Les queremos agradecer que hayan elegido esta Universidad. Eso nos compromete con ustedes; nos compromete porque sabemos que les ha tocado vivir un mundo convulsionado, por eso la importancia de que se formen de manera integral”, afirmó.
En ese sentido, el Mtro. González González, SJ dejó una encomienda especial a la generación 2024 de la Universidad: “Queremos pedirles también que, con sus vidas y sus profesiones, nos ayuden a construir un mundo mejor. Este mundo está herido, ayúdenos a construir otro mundo”.
Lo anterior será a través de nutrir la mente, el cuerpo y el espíritu con toda la gama de actividades académicas, culturales y deportivas que ofrece la Universidad, oferta que les permitirá “desarrollar su potencial y descubrir el sentido de la vida […] que tiene que ver con valores de muy alta humanidad como el amar y servir. Si nosotros lo logramos vamos a sentir plenitud en la vida”.