La identidad narrativa es una de las teorías más significativas del campo de las ciencias sociales en la actualidad. Nombrarse en un contexto específico de la realidad ha revolucionado la forma de investigar, enseñar y entender el mundo.

Es por esas valiosas características que, específicamente en la educación, la construcción de una identidad narrativa es más importante que nunca. Así lo expuso la Dra. Frida Díaz Barriga, quien fungió como representante de la UNAM en el 1er Congreso Iberoamericano sobre Enseñanza, Aprendizaje e Identidad Dialógica, celebrado en la IBERO Puebla.

Para la catedrática, las narrativas nos ayudan a acercarnos a la realidad de una manera genuina, ya que se aborda una parte íntima del ser, que es nuestra interacción con el entorno. Este tipo de acercamientos aseguran una perspectiva más amplia de un mismo contexto, que tal vez en esencia permanece igual, pero cambia según las circunstancias del sujeto que se inserta en él.

Es espacios escolares, por ejemplo, la dinámica es diversa y en extremo diferente para todas y todos sus participantes. Factores tan generales como la edad, la estatura o el sexo son determinantes para la experiencia escolar. Otros factores más específicos también tienen impacto: el entorno en el que se desarrolla el alumno, su historia de vida o el estrato social.

En palabras de la Dra. Díaz Barriga, “todas esas representaciones y construcciones humanas acerca de nuestras experiencias de vida, de nuestras realidades, las transformamos en una narrativa”, y esta puede dar pie a dinámicas personales e interpersonales más significativas.

“Puede ser una narrativa científica, una narrativa de vida, o de un imaginario. Puede ser una narrativa de algo que no es que esté conectado a la realidad, pero nos permite recrear otros mundos otras experiencias”. Las narrativas, gracias a su contenido íntimo y personal, también refuerzan un sentido de comunidad.

Los participantes, al descubrirse vulnerables y como parte de su entorno, se acercan para reconocerse desde la otredad y vislumbrar sus propios miedos, sus emociones y las particularidades que los hacen únicos, y que aportan de manera directa a su entorno.

Algunas de las actividades propuestas por la catedrática fueron los llamados foto voz, una técnica de ilustración y reconocimiento de un mismo espacio comunitario entre quienes lo habitan. Esta técnica es útil para la reconstrucción de un tejido social que se ha roto por causas violentas, como puede ser la guerra o la delincuencia.

Las narrativas digitales también son un gran recurso, más aún con la cantidad de herramientas que pone a nuestra disposición el internet. Ya sea con la formación de avatares digitales o con el desarrollo de un blog, los estudiantes y el profesorado tienen una oportunidad de construir sus identidades narrativas de formas innovadoras.

Existe un amplio mundo de posibilidades que se exploran desde las identidades narrativas, por lo que, para la Dra. Frida Díaz Barriga, es esencial no tener miedo a innovar y a involucrarse con el estudiantado y con la clase. Los vínculos que se forman, después de todo, hacen cambios significativos en las dinámicas sociales de un mundo que en el que prima la frivolidad.