Ofrendas de Tochimilco son declaradas como Patrimonio Cultural Intangible de Puebla

Mediante un decreto publicado en el periódico oficial, el gobierno presente de Sergio Salomón emitió la declaratoria para reconocer como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla a la “Ofrenda Nueva del Día de Muertos en Tochimilco”, debido a los valores antropológicos, históricos, artísticos y tradicionales que representa para la entidad.
De esta manera, el gobierno estatal implementará acciones de salvaguarda para favorecer la práctica y transmisión de dicha manifestación, la cual abarca la colocación de altares dedicados a las personas fallecidas durante los meses del último año, la salida de los familiares a recibir el alma de su familiar y la visita que realiza la comunidad dentro del municipio, así como turística, quienes suelen llevar flores o ceras para compartir en la ofrenda respectiva.
Los altares de Tochimilco permanecen hasta el “cabo de año” (365 días desde el fallecimiento) de la persona a la que se dedica. Son elaborados con forma piramidal y forrados de papel blanco, compuestos por cuatro niveles que representan la “tierra” o el “plano material”, “el paso de la vida a la muerte” o “el camino”, el “limbo” y el “cielo”; en este último se coloca una estructura que semeja un templo católico rematado con una cruz como principal característica.
Durante el 2023, en el municipio fueron instaladas 49 ofrendas nuevas: dos dedicadas a los accidentados (28 de octubre); tres a niños (31 de octubre); y 44 a personas adultas (02 de noviembre); mismas que tuvieron una afluencia de más de 50 mil visitantes durante los días de celebración, a la cual se sumó la Secretaría de Cultura mediante el programa “Caravanas Interculturales” con actividades artísticas para el público en general.
Esta tradición, aunada a la de los municipios de San Gabriel Chilac y Huaquechula, constituyen un amplio valor patrimonial para la cultura del estado, pues refuerzan el reconocimiento a las prácticas inmateriales relacionadas con las “Fiestas indígenas dedicadas a los muertos”, que fueron inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, en 2008.