A pesar de que las perspectivas a nivel mundial no son favorables, la economía mexicana se ha comportado mejor de lo que se esperaba después de la pandemia de COVID-19. La inversión extranjera directa, la creación de nuevas fábricas y clusters, y el buen comportamiento del empleo, son algunas de las variables que hacen que la mayoría de los analistas coincidan en que la economía mexicana crecerá alrededor del 1.8% en 2023.

Se revisó el crecimiento económico de México, a partir de la crisis financiera en Estados Unidos hace tres meses. En ese entonces, las estimaciones de crecimiento económico eran de alrededor del 0.5%, debido a la recesión que se preveía en Estados Unidos y al aumento de las tasas de referencia de México. Sin embargo, el aumento de las tasas de interés tuvo un efecto contrario al esperado, y la economía se aceleró, refirió Anselmo Salvador Chávez Capó, profesor de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP.

Chávez Capó también habló sobre el aumento de las remesas, que se incrementaron un 13.48% en comparación con el año anterior. Este aumento es sorprendente, ya que se esperaba una disminución de las remesas.

El experto señaló que, si se mantiene esta tendencia, las remesas podrían crecer un 11%, lo que llevaría a México a recibir casi 65 mil millones de dólares. También habló sobre la distribución de los recursos y cómo se beneficia a las diferentes partes de la población.

Dijo que el incremento constante en las remesas que envían los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, se confirma como la principal fuente de divisas de México, representando 8.750 millones de dólares según el último reporte, lo que indica que seguirá creciendo en el futuro. Esta tendencia se debe en parte a la buena situación del empleo en Estados Unidos, del cual México es dependiente.

A pesar de que México debería generar su propia fuerza de trabajo, la realidad es que las remesas siguen siendo la principal fuente de ingresos, lo que se ve reflejado en el aumento de las reservas internacionales y la estabilidad del peso. Los recursos generados por las remesas tienen un efecto multiplicador en las economías regionales y locales, como es el caso de Puebla, donde los migrantes se instalan en restaurantes e industrias de negocios, manifestó Chávez Capó.

A pesar de que las perspectivas a nivel mundial no son favorables, la economía mexicana se ha comportado mejor de lo que se esperaba después de la pandemia de COVID-19. La inversión extranjera directa, la creación de nuevas fábricas y clusters, y el buen comportamiento del empleo, son algunas de las variables que hacen que la mayoría de los analistas coincidan en que la economía mexicana crecerá alrededor del 1.8% en 2023. No obstante, se debe prestar atención a los cambios en la política económica y a la gestión de la deuda pública, subrayó Julio César Rodríguez Arcos, profesor de los Posgrados de la Facultad de Contaduría de la UPAEP.

Dijo que el Fondo Monetario Internacional ha presentado un informe en el que señala siete puntos relevantes para la economía mundial, y en particular para la economía mexicana. A pesar de que se prevé un crecimiento del 2.7% a nivel mundial, las perspectivas para las principales economías (Estados Unidos, China y Europa) no son muy favorables, lo que impactará directamente en la economía mexicana, ya que tiene varias cadenas de suministro con empresas estadounidenses. Además, la crisis energética en Europa a causa de la guerra en Ucrania ha generado distorsiones en la estructura de costos y plantea un escenario de inflación elevada y persistente.

Rodríguez Arcos advirtió que en lo referente a la pobreza, a nivel global ha aumentado al 47%, y en México, según Coneval, está cerca del 50%. El FMI indica que la política fiscal está fuera de calibre y que no se corresponde con lo que debería hacerse, es decir, inversión pública que detone empleos y genere proyectos de infraestructura.

Comentó que a pesar de todo, las perspectivas para México están por encima del promedio de Estados Unidos o del mundo, siempre y cuando se sigan haciendo las cosas correctamente y se mantenga una habilidad macroeconómica y una buena gestión del gasto público. El consenso entre los organismos internacionales y el gobierno mexicano indica que la actividad económica se empezará a asentar, pero el crecimiento económico regresará a los niveles de 2018. A pesar de ello, existen señalamientos que permiten ser optimistas en cuanto a las remesas y a que la recesión no llegará hasta finales de este año.

El fortalecimiento del peso mexicano podría beneficiar la estabilidad económica, pero también puede afectar negativamente a las familias que dependen de las remesas. El tipo de cambio actual es de 18.006 pesos por dólar. Las remesas son una fuente importante de ingresos para México, y California es el principal estado de origen, seguido por Texas, Minnesota y Arizona. En 2022, México recibió $2.9 mil millones de dólares en remesas provenientes de Nueva York.

Con respecto al estado de Puebla, ha registrado un aumento del 7,5% en su actividad económica en el primer trimestre de 2023, según el último informe del INEGI. La principal contribución ha venido de las actividades industriales secundarias, que han crecido un 12,7%.

En cambio, las actividades primarias o agrícolas solo han crecido un 0,9%. La economía poblana está en transición de ser una economía basada en actividades agrícolas a ser una economía más enfocada en actividades industriales y servicios. El aumento de las remesas enviadas por los trabajadores mexicanos que trabajan en los Estados Unidos también ha contribuido al aumento de la actividad económica.

Los empleos en los Estados Unidos que los ciudadanos norteamericanos no quisieron tomar después de la pandemia fueron ocupados por trabajadores mexicanos, centroamericanos y latinoamericanos, muchos de ellos ilegales, lo que les permitió tener más oportunidades y fuentes de ingresos. En cuanto a las remesas, se estima que Puebla recibirá unos 413 millones de dólares en el primer trimestre de 2023, lo que representa un aumento del 11% en comparación con el mismo período del año anterior.

La corrupción sigue siendo un obstáculo para el buen ambiente de negocios en México, donde se ubica en el lugar número 131 en el ranking mundial de corrupción. Sin embargo, la economía mexicana ha sido resistente y ha logrado mantener un equilibrio en las finanzas públicas, aunque se necesita mayor enfoque en la economía del futuro, que está orientada hacia las energías limpias, la inteligencia artificial y los nuevos patrones de movilidad, sostuvo Julio César Rodríguez.

El país no cuenta con suficiente infraestructura para apoyar el uso de energía eléctrica y los automóviles eléctricos autónomos, lo que podría afectar su capacidad para atraer inversiones y competir en la economía global. Se necesitan más iniciativas para aprovechar las oportunidades que ofrecen estas tendencias, reiteró Rodríguez Arcos.

La adquisición de 13 plantas de Iberdrola para la generación de electricidad es un tema que no queda claro si se llevará a cabo con recursos públicos o a través de un fondo privado. Esta cuestión podría impactar en el endeudamiento y el gasto social, especialmente en programas como la pensión para adultos mayores, que podría aumentar alrededor de 6.800 pesos. Se necesita prestar atención para evitar un desequilibrio macroeconómico, advirtió Julio César Rodríguez.

A pesar de estos desafíos, México sigue siendo una posición estratégica para el shoring, y la economía podría crecer entre el 1.8% y el 3% si se gestionan adecuadamente estas variables.

En conclusión, México tiene el potencial de aprovechar las oportunidades de la economía del futuro, pero se requiere una gestión cuidadosa y enfocada en la lucha contra la corrupción y el equilibrio fiscal, concluyó Anselmo Chávez.