“La actitud ante la adversidad es lo que también me hizo resaltar”, dice con firmeza el hoy ingeniero mecatrónico. En 2021, tomó una de las oportunidades que, gracias al acompañamiento y conocimientos que obtuvo en la Universidad Jesuita, le dio la oportunidad de llegar hasta la Estación Espacial Internacional.
En ese año, Manuel fue aceptado en el programa de ingeniería espacial de alto impacto International Air and Space Program, —por sus siglas, IASP 2021—, que en esa ocasión tuvo lugar en el US Space and Rocket Center de la NASA, en Huntsville, Alabama. Es organizado por Aexa, compañía mexicoamericana contratista de la agencia aeroespacial internacional.
Dicho programa tiene una duración de cinco días, y da la oportunidad a jóvenes de todo el mundo, pero principalmente de Latinoamérica, de fortalecer sus conocimientos en ingeniería aeroespacial y tener un acercamiento práctico y realista de cómo es la vida en el espacio.
Como un aliciente, los estudiantes seleccionados en este programa participan en un concurso de alto rendimiento espacial. En él, son divididos por equipos multidisciplinarios y diversos para resolver problemas que los invitan a innovar y a poner a prueba sus conocimientos tanto académicos como prácticos.
En esa ocasión, Manuel, junto con otros 120 estudiantes de distintas partes del globo, tuvo que desarrollar un mecanismo obediente —o compliant mechanism en inglés—, que es una pieza sólida de un solo material que pueda ser deformada con un estímulo exterior. Resultarían ganadores aquellos artefactos que fueran útiles para la exploración y se activaran con las condiciones del espacio sideral.
“Realmente ninguno de los participantes tenía conocimiento, pero la única universidad que dijo ‘vamos a ver cómo le hacemos’ fue la IBERO Puebla, fue mi escuela” recuerda con mucho orgullo Manuel. Gracias a la accesibilidad de sus profesores y la Universidad, su equipo y él fueron ganadores del premio al mejor diseño de mecanismo.
El premio le otorgó al equipo un crédito para materializar su proyecto y posteriormente poder probarlo en un módulo de la Estación Espacial Internacional, llamado MISSE (Materials International Space Station Experiment). Fue así, que Manuel Gutiérrez y cuatro de sus compañeros viajaron hasta Cabo Cañaveral, Florida a presenciar el lanzamiento de su diseño al espacio exterior el 15 de marzo de 2023, a bordo de la SpaceX CRS-27.
Espíritu innovador
Este logro fue fruto de un arduo camino que empezó antes de la etapa profesional de Manuel. “Toda la vida me ha gustado [lo aeroespacial] y en la Universidad tuve la oportunidad de colaborar con un profesor que estaba a cargo del túnel de viento de la escuela”. La restauración de este artefacto se convirtió en su proyecto de titulación.
La curiosidad del joven se vio favorecida también por otros proyectos, tales como su servicio becario en el Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT) de la IBERO Puebla y su participación en el club de robótica. También pudo llevar a cabo otras actividades extracurriculares, como ser integrante del equipo representativo de tenis de la Universidad.
Y más que los conocimientos prácticos, Manuel reconoce lo más valioso que le dejaron sus años universitarios: la actitud de compromiso, liderazgo, y tenacidad para afrontar cualquier proyecto por más complejo que pueda ser. Para el concurso, la Universidad Jesuita fue la única institución que le brindó el apoyo y las instalaciones para manufacturar su mecanismo.
“La mejor ventaja que veo en la IBERO Puebla es que, si tienes una idea, si quieres hacer algo, siempre encuentras a alguien que te puede apoyar. Si quieres ampliar tus horizontes, siempre hay personas que están haciendo cosas interesantes y te puedes unir a sus proyectos”, por lo que también el compañerismo y la cooperatividad es algo que Manuel obtuvo en sus años de aprendizaje.
El perfil del joven ingeniero no sólo lo ha llevado lejos en distancias, también lo hizo académicamente. El coordinador de las Licenciaturas en Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica, Ingeniería Mecatrónica e Ingeniería en Sistemas Computacionales, el Mtro. Huber Girón Nieto, reconoce que el hoy egresado cumple con el perfil ideal de su carrera a cabalidad.
El perfil de un ingeniero o ingeniera en mecatrónica es multidisciplinario por origen, y el Mtro. Girón Nieto remarcó el impacto que este factor tuvo en alumnos como Manuel. “Esa es una de las ventajas por las cuales Manuel pudo hacer este proyecto, él conoce de todo, no solamente conoce de la parte mecánica, electrónica o de programación, sino de todo, como debe hacer un ingeniero mecatrónico”.
Así, hoy Manuel Alejandro Gutiérrez León y su equipo están a la espera de los resultados de su mecanismo, al que le darán continuidad con un paper sobre su diseño y elaboración. Una vez que regrese del espacio, realizarán un set de pruebas para entender los efectos que tuvo la exposición del mecanismo a las condiciones del espacio exterior.