
A solo unos días del octavo mes del año, el Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó el ya conocido y polémico Mapa de alertas de viaje hacia México, donde, además de informar a su ciudadanía sobre los posibles riesgos de turistear en el país, también se esquematiza la violencia de formas específicas.
En esta ocasión, la peligrosidad del territorio mexicano se categorizó en: no viajar (6 estados), reconsiderar el viaje (7), tener más precaución (18) y tomar precauciones normales (2). Si bien esta acción no es exclusiva del gobierno estadounidense y es una práctica que se ha hecho a lo largo de los años, esta edición sumó un elemento relevante: la mención de ‘riesgo terrorista’.
El Dr. Tadeo Luna de la Mora, coordinador del Laboratorio para la Paz con Reconciliación de la IBERO Puebla, explica que el gobierno estadounidense considera como ‘riesgo terrorista’ delitos de alto impacto como secuestro u homicidio. Esto se suma a la declaración de febrero de este año, en el que el vecino del norte designó como ‘organizaciones terroristas extranjeras’ a múltiples cárteles mexicanos.
Para el académico investigador, estas afirmaciones van más allá de una postura: se trata de herramientas de presión geopolíticas de la Casa Blanca al Gobierno mexicano para frenar la delincuencia organizada, el tráfico de fentanilo y los flujos migratorios.