UPAEP lanza programa de estimulación cognitiva para adultos mayores

La Clínica de Psicología del Centro de Salud Integral de la UPAEP presentó su programa de estimulación cognitiva para adultos mayores, dirigido por Karina Cerezo Huerta junto con los practicantes Adilenne Castro Romero y Ángel Palma Gómez. El objetivo es proporcionar evaluación neuropsicológica y rehabilitación para personas mayores de 60 años que presenten síntomas de deterioro cognitivo.

Según explicó Karina Cerezo, el envejecimiento es “un periodo de cambios que generalmente implican pérdidas”, pero también puede ser visto desde una perspectiva positiva como un “envejecimiento exitoso”, donde la persona conserva sus capacidades cognitivas y desarrolla estrategias para afrontar problemas.

Durante la presentación, la especialista destacó la importancia de utilizar el término “persona mayor” en lugar de “viejo” o “anciano”, ya que este concepto reconoce la integridad del ser humano en sus diferentes esferas: física, cognitiva, económica, social y espiritual.

De acuerdo con proyecciones demográficas, para el año 2050 se espera que la población de adultos mayores en Latinoamérica se triplique, y específicamente en México, se calcula que, de cada 10 personas, seis serán mayores de 60 años. Actualmente, esta proporción es de tres o cuatro por cada 10 ciudadanos mexicanos.

El programa inicia con una evaluación neuropsicológica completa que analiza funciones como memoria, atención, lenguaje, organización y planificación. “Lo que buscamos en esta evaluación son signos y síntomas de deterioro cognitivo”, explicó Ángel Palma, practicante de la clínica de Psicología. Una vez realizada la evaluación, se diseña un plan personalizado que puede incluir sesiones individuales o grupales según las necesidades específicas del paciente.

Cerezo Huerta mencionó algunos signos de alerta que podrían indicar la necesidad de una evaluación: “Olvidar dónde dejamos las llaves, tener dificultad para recordar citas o los ingredientes de una receta, así como cambios en el estado de ánimo, problemas de sueño y tendencia al aislamiento social”. Estos síntomas, que a veces se normalizan como parte del envejecimiento, pueden ser indicadores de deterioro cognitivo.

La especialista enfatizó que un diagnóstico temprano no debe verse como una condena: “Decir deterioro cognitivo es decirlo para nosotros precozmente porque todavía podemos hacer mucho, todavía podemos implementar algunas medidas en el cambio de estilo de vida”. Además, explicó que el servicio también está dirigido a las familias, consideradas aliadas fundamentales en el proceso de recuperación.