Cinco talentos de la IBERO Puebla desarrollaron un material didáctico para que hijos de pacientes oncológicos vivan un duelo anticipado de manera sana y amorosa.
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo según la OMS. En México, se perfila como la tercera causa de muerte —según datos del INEGI—, pues del total de muertes que hubo en 2022, el 10.6% fue a causa de un tumor maligno; es decir, 89,547 personas murieron a causa de un padecimiento oncológico.
La edad promedio de muerte a causa de esta enfermedad es de 40 a 60 años; una edad en la que, si el paciente es padre o madre, los hijos suelen estar en la pubertad o adolescencia. Este panorama despertó en cinco estudiantes de Ingeniería Industrial de la IBERO Puebla la inquietud por acompañar y transformar el duelo en un momento de plena aceptación y sanación.
Así nació Alquimia. Un material didáctico gamificado —es decir, que usa el juego como un medio para el aprendizaje— en el que las y los adolescentes que vivan el duelo anticipado de tener a un padre o madre con una enfermedad oncológica podrán aprender a atravesarlo en compañía de un profesional de la salud mental.
“Decidimos hacer este material didáctico con la idea de que [las personas] pudieran identificar las cinco etapas del duelo”: Romina Ochoa Cervantes ______________________________________________________________________________________
lxoye Castañeda Trejo, María José Chávez Castillo, Romina Ochoa Cervantes, Mariana Paredes Zárate y Valeria Pérez Negrón Alarcón; los cinco jóvenes pensaron, diseñaron, tallaron, construyeron y pintaron más de un veintenar de piezas que conforman el colorido juego de mesa, que ayuda a registrar el proceso de duelo que puede vivir un joven que ve de primera mano la enfermedad de su padre o madre.
El juego se divide en cinco tableros llamados islas, que representan las etapas del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Este debe ser llevado en compañía de un profesional, ya sea un psicólogo o tanatólogo, que a la vez acompañe el proceso terapéutico del paciente. Igualmente, las y los creadores recomiendan que se juegue en un grupo de apoyo, en el que al menos participen siete personas.
Las y los pacientes son acompañados por Cris, un amigable cristal que guía al jugador durante su proceso, y le brinda consejos o preguntas que generen introspección o una mayor aceptación de sus emociones. Esto se complementa con el altar: una caja en forma de corazón donde las y los pacientes podrán guardar las pertenencias de su ser querido para recordarlo amorosamente.
“Con este material buscamos ofrecerle, no solo al terapeuta, sino también al adolescente, una herramienta que le permita expresarse de manera segura, sentirse acompañado, y que no se sienta solo en este proceso”. Así lo dijeron las y los desarrolladores de Alquimia, que con este importante producto podrán ayudar a las juventudes que atraviesen el duelo de perder a sus padres o madres.