Este espacio es creado desde el compromiso firme de la Universidad Jesuita por brindar espacios de aprendizaje situado que formen profesionistas dispuestos a incidir en su entorno.
En México, 7 de las 10 enfermedades más frecuentes en la población tienen que ver con la alimentación, y se agravan debido a la ausencia de soberanía alimentaria. Las soluciones deben darse desde la formación de las y los nutricionistas, algo que la IBERO Puebla tiene presente. Por ello, inauguró un espacio de aprendizaje real, práctico y crítico: el primer Laboratorio de Simulación Clínica para la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos.
Este espacio busca desarrollar de forma integral diferentes competencias académicas, profesionales y, por supuesto, para la vida. Estos aprendizajes construirán a nutricionistas preparados para “potenciar nuestra capacidad de incidencia universitaria en un eje prioritario como es la calidad de vida de nuestra población”, según explicó el Mtro. Mario Patrón Sánchez durante el corte de listón.
El Rector de la IBERO Puebla aplaudió la formación de este espacio que reafirma el compromiso de brindar una educación de excelencia a través de elementos como la enseñanza en investigación de campo y el desarrollo de aptitudes que respondan a las verdaderas necesidades de la población.
La directora general Académica, la Dra. Lilia Vélez Iglesias, reconoció que este laboratorio brindará al estudiantado de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, así como de la Maestría en Nutrición Clínica, una oportunidad única para el trabajo colaborativo, la toma de decisiones eficaces y el pensamiento crítico.
Según explicó la directora general, estas son cualidades esenciales que usualmente se desarrollan hasta la vida profesional, y que, en este caso, el alumnado con sello IBERO Puebla podrá aplicar incluso antes de ingresar formalmente al campo laboral.
“Es un escenario de práctica que les permitirá, desde los primeros semestres, perfeccionar competencias que son necesarias en este momento, por una parte, ante la demanda que hay de nutriólogos y nutriólogas, y por otra ante las necesidades que hay en el país”.