Rencores del pasado, política, fe, la vida amorosa de los demás o los simples roces que llega a haber entre familiares pueden desatar discusiones en estas fechas de unión.


La celebración que pretende unir, agradecer lo recibido en el año y esparcir la felicidad de compartir con los seres queridos, puede tornarse rápidamente en un motivo para discutir de forma verbal o hasta físicamente, sobre todo entre quienes tienen asuntos pendientes, o bien, cuando hay temas delicados que se sacan en medio de la convivencia.


Las discusiones familiares en la cena navideña, de Año Nuevo o en las posadas, explica la Mtra. Giovana Gaytán Ceja de la IBERO Puebla, hacen pasar un mal rato a quienes las protagonizan y a quienes las presencian. Por ello, es importante saber que estas fechas no son el momento más indicado para las conversaciones incómodas o sacar los pendientes conflictivos del pasado.


La orientadora psicológica de la coordinación de Formación y Orientación Educativa (FOE) de la Universidad Jesuita invita, entre otras cosas, a que en estas épocas se modere o evite el consumo de alcohol sin control, ya que muchas veces este puede detonar el conflicto.


Además, pone en perspectiva la importancia de atesorar los momentos con las personas presentes y recordar a quienes ya no están. No está mal expresar la nostalgia que genera recordar a quienes ya trascendieron; al contrario, la experta afirma que puede darse un momento de calidez, recuerdo y amor por recordar a esa persona que, en vida, dejó momentos y enseñanzas que harán de la fiesta un momento inolvidable.