
La temporada de Cuaresma ha llegado y los pescados y mariscos son los preferidos para el consumo de las familias mexicanas, pues el país está rodeado por los dos mares más importantes para la producción y exportación de estos alimentos: el Golfo de México y el Océano Pacífico, en los cuales se producen alrededor de 505,899 toneladas de pesca durante los meses de marzo y abril.
Cada año, se consumen pescados como robalo, huachinango, mero, pámpano, bagre, carpa, cochito, bandera, potete; y mariscos como el camarón pacotilla o cristal, pulpo, calamar, entre muchas otras proteínas que, si bien en esta época se popularizan, deben considerarse múltiples factores para su consumo adecuado.
Las intoxicaciones por mariscos pueden llegar a ser mortales según el tipo de toxina que presente el alimento, ya que puede provocar desde una simple infección estomacal hasta a una intoxicación paralítica o con síntomas que, de no ser atendidos a la brevedad, pueden conducir a la muerte.
En ese sentido, la Mtra. Ivonee Aldave Moreno, académica del Departamento de Ciencias de la Salud de la IBERO Puebla, brinda unas recomendaciones puntuales para elegir pescados y mariscos de la mejor calidad y frescura en esta temporada, y evitar poner en riesgo la salud al consumirlos.
Los pescados, por ejemplo, deben tener las escamas bien adheridas al cuerpo: no se deben desprender con facilidad ni tenerlas despegadas. Las agallas, por su parte, deben estar rosadas o rojas para garantizar que se trata de un producto fresco y con una cadena de frío adecuada. Otra señal son los ojos, que deben ser acuosos o cristalinos, y no pálidos o muy hundidos.
Los filetes deben ser firmes, sin orillas amarillas o verdes, o cualquier otra distorsión en su coloración. Lo mismo aplica para los camarones, que deben tener colores vivos y ser brillantes, además de no tener olores fuertes, que son la mayor señal de que el producto que estás por consumir no es el mejor para ti.