Entre los sujetos más vulnerables de nuestra sociedad, niñas, niños y adolescentes tienen una prioridad determinante. El desarrollo de una vida libre de violencia es esencial para la construcción de un mundo mejor; sin embargo, existen fenómenos que acechan a infancias y juventudes de manera constante, y que ponen su vida y su futuro en riesgo. Uno de ellos es la trata de personas.
La Dra. Raquel Pastor Escobar, fundadora de Infancia Común, A. C. y Derechos de la Infancia y la Adolescencia, A. C., expuso los diversos factores que alimentan esta problemática en el panorama nacional, y que la hace cada vez más latente: al menos a 1,786 infantes fueron víctimas de trata entre 2020 y 2022, según el Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas, capítulo mexicano.
La trata de personas en menores de 18 años es una de las modalidades de explotación sexual comercial más recurrentes en el país, y sus impactos, detalló la Dra. Pastor Escobar, son devastadores para las víctimas y la sociedad, que ha normalizado y se ha cegado ante estas prácticas.
Existen diversos estudios estadísticos que han permitido aproximarse a la problemática, como el informe titulado Es un secreto. La explotación infantil en las escuelas. Realizado en 2021 por la oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia A. C., en el documento se expone un panorama de abuso infantil sin precedentes en las escuelas mexicanas.
Las cifras exponen que, de 21 escuelas analizadas, en 13 se agredió sexualmente a menores en grupo, y en 16 se reportaron múltiples adultos presentes durante el abuso; 17 recintos denunciaron actos de encubrimiento, y en 10, los propios adultos facilitaron el abuso de niños y niñas.
Aún con estos alarmantes datos, la experta aclara que no estamos ni cerca de saber una cifra real de infancias víctimas de trata de personas en México, esto debido a la desprotección y la falta de accesibilidad a recursos legales y de seguridad para salir de esos círculos de violencia.
A este panorama de desamparo, que suele surgir de las condiciones de pobreza y desigualdad en que están inmersas las víctimas, se suma la dimensión lucrativa de la trata. “Hay gente que lo consume, ese es el problema”, denunció la experta.
Los daños para la vida futura de los menores son irreparables e inconmensurables. Infecciones de transmisión sexual, riesgo de contagio de VIH/SIDA, infecciones y heridas graves en los genitales, riesgo de cáncer, embarazos no deseados o interrumpidos, y la violencia y el maltrato físico, son algunos de los riesgos a los que se exponen, y que les dejan marcas de por vida.
“Podemos ver a niños en situaciones dificilísimas. Niños migrando, trabajando, en contextos de explotación sexual… y los niños siguen creciendo. Pero ¿qué es lo que pasa?, ¿qué afectamos? El presente y el futuro. Los niños son violentados en situaciones de mucha gravedad que son terriblemente destructivas: la explotación sexual es eso”. La Dra. Raquel Pastor llamó a los presentes a extender su reflexión al futuro de las infancias víctimas de trata.