A través de un amplio análisis académico y teórico, un grupo de catedráticos y catedráticas pudieron profundizar en la violencia en México desde una perspectiva sociológica-cultural.
“Parece que la violencia es el tema de hoy en México”, dijo el Lic. Oscar Gallardo Frías, coordinador del Área de Reflexión Universitaria de la IBERO Puebla, durante un conversatorio en la Universidad Jesuita. En un país con 24 homicidios por cada 100,000 habitantes, donde cada día 9 mujeres son víctimas de feminicidio y hay de 100,000 desaparecidos, la tendencia de este tema es evidente.
Esto llevó a un grupo de académicas y académicos a realizar un amplio proceso de investigación que, de alguna u otra manera, diera razones, datos y posibles soluciones que ahonden en los esquemas sistémicos y estructurales de esta problemática que limita la calidad de vida en el país.
Así nació el libro La violencia en México. Feminicidios, desapariciones, ejecuciones. En la presentación de este proyecto, el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla, aseguró: “México lleva dos décadas sumido en una espiral de violencia sin que ningún gobierno, ninguna representación de partido político, haya logrado en poco más de tres sexenios construir una política de Estado que nos permita implementar un proceso de pacificación sostenida”.
“Cada sexenio rompemos los récords del número de homicidios como el gran ejemplo de la violencia letal. Entonces, cada seis años tenemos un México más violento”, continuó el titular de la Rectoría. Por ello, “una obra así es totalmente, no solo congruente, sino es totalmente posibilitadora en un acervo universitario porque para eso estamos, para interpretar y problematizar la realidad”.
“La violencia camina por sí misma”: Nelson Arteaga
Ese nivel de análisis que nutre de manera significativa el recopilado intelectual de la Universidad es también una revisión histórica de cómo se ha estudiado la violencia. La Dra. Nadia Castillo Romero, directora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad, reconoció que ver la violencia como una realidad culturalmente estructurada permite a las y los lectores encontrar nuevas formas de entender esta lógica social
Esto se logra a través de la sociología cultural, pues “permite entender cómo esos mundos de significación interpretan las violencias y permiten pensar las estrategias e instituciones para salir de esas violencias. Es decir, los autores pretenden ampliar desde la sociología cultural las explicaciones teóricas y las aproximaciones metodológicas para analizar la violencia y ampliar los estudios”.
El Mtro. Octavio Spindola Zago, académico de la IBERO Puebla y coautor del libro, profundizó más en los procesos que dieron como resultado esta investigación, que reunió más de 700 artículos para descubrir la profundidad de la herida del tejido social mexicano.
Para el catedrático, es importante saber “hasta qué punto interiorizamos las prácticas violentas y los entornos violentos y los hacemos algo invisible”; la respuesta la obtuvo en las investigaciones académicas de 2011, donde se empezaron a identificar cada vez más escritos que nombraban los dolores sociales.
“Es muy posible que para 2011 ya hubiera cuajado la violencia que se había desatado con mayor fuerza a partir de la declaración de guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón”, afirmó; pero ese no fue el único punto clave: en 2014 el territorio padeció la desaparición de 43 estudiantes.
El coautor y coordinador de La violencia en México…, el Dr. Nelson Arteaga Botello, añadió que cuando esta problemática se ve solo desde la perspectiva estructural, “la solución acaba siendo una cosa imposible de lograr a corto plazo, que es acabar con el león: el neoliberalismo”.
Para el profesor-investigador de la FLACSO México, “la violencia es interpretada de distinta manera y por eso es importante las estructuras culturales porque hay que entender los patrones a través de los cuales nosotros la clasificamos, la tipificamos y entendemos”.