La transformación de un mundo roto requiere de la participación y voluntad de todas y todos. Conocer las distintas realidades que coexisten en un entorno violento, complejo y fugaz puede dar pie a diálogos de paz que aportan a la reconstrucción del tejido social.
Con ese propósito, el Foro de Justicia y Seguridad, se llevó a cabo en las inmediaciones de la IBERO Puebla. Actores clave para el desarrollo de una sociedad más armónica se dieron cita para dialogar sobre las necesidades, inquietudes y posibles soluciones que surgen desde distintos contextos.
Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla, recibió cálidamente a los estudiantes, académicos, activistas, empresarios, autoridades eclesiásticas y representantes de gobiernos municipales y estatales, que participaron en esta iniciativa, preámbulo del Diálogo Nacional por la Paz a celebrarse en septiembre, también en la Universidad Jesuita.
“La violencia lleva junto consigo una estrategia de normalización, en donde todas y todos no paramos, sino que aprendemos a vivir con ella. Como universidad confiada en la Compañía de Jesús, intentamos hacernos cargo de esa deuda histórica”: Mario Patrón __________________________________________________________________________________________________
Para el Rector, este espacio de diálogo fue una oportunidad para “conjugar esfuerzos, miradas y diagnósticos, porque entendemos que es la suma de nuestras voluntades lo que nos puede dar un mecanismo de articulación para construir procesos sostenidos de paz”, que son tan necesarios en un entorno hostil como el que se vive en México.
El arzobispo de Puebla, el monseñor Víctor Sánchez Espinosa, participó en este foro dejando una encomienda de unión y participación a los presentes. “Gracias por su interés y por el tiempo que se dan para estar con nosotros y reflexionar. Sé que algunos de ustedes vienen de otros municipios del estado; valoramos su esfuerzo por colaborar con esta iniciativa”.
Tadeo Luna de la Mora, académico de la IBERO Puebla, contextualizó este panorama en su conferencia “Violencias colectivas y posibles propuestas (para el país y región)”. La criminalidad en México siempre ha existido, pero fue en 2007 que tuvo un repunte alarmante que sentó las bases de los crímenes que se dan en el presente.
Tan solo en 2021 hubo 30,786 delitos por cada 100,000 habitantes, de los cuales, el 93% no fueron denunciados ni se les abrió una carpeta de investigación. Esto señala que menos del 7% de los delitos han sido registrados en el histórico del país. A esto se suman las más de 110,000 personas desaparecidas, y los 968 feminicidios que hubo solo en 2022.
En palabras del Dr. Luna de la Mora, este panorama puede mejorar si el cambio inicia desde el reconocimiento de las violencias que se ejercen y normalizan en el plano individual. “Quizá la construcción de paz tiene que empezar por uno mismo, y después por las comunidades. Así podemos irlo construyendo”.
Con ese objetivo, los presentes se reunieron en cinco diferentes mesas de trabajo para elaborar propuestas que abonen a los principales ejes del foro: la seguridad social, la justicia cotidiana y la reconstrucción del tejido social. Los resultados obtenidos se unirán con el trabajo de otros actores nacionales, con el propósito de nutrir los puntos de vista hacia los Diálogos Nacionales por la Paz, que se realizarán el 21, 22 y 23 de septiembre en la IBERO Puebla.
El evento finalizó con un simbólico ritual por la paz, en el que integrantes del colectivo Voz de los Desaparecidos de Puebla y las juventudes participantes en el foro intercambiaron palabras de esperanza y unión para seguir viendo por y para los demás.
María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo, invitó a los jóvenes a “que luchen por su esencia como personas, como seres humanos. No se dejen arrastrar por el sistema […] la vida es efímera, y puedo decirles que es lo único que vale la pena. La forma más digna de vivir es servir”.