Imagina que eres una mujer indígena que vive en las periferias de Puebla; tus padres no tienen escolaridad, y buscas llegar a la educación superior. Según el libro Movilidad social en territorios de México: Monterrey y Puebla, tus posibilidades para llegar ahí son 50 veces menores que las de un hombre no indígena que vive en el área metropolitana del estado. Todo esto gracias al lugar y condiciones en las que naciste.
Este libro, coordinado por el Dr. Juan Enrique Huerta Wong y el Dr. Emmanuel Olivera Pérez, devela la diversidad de factores que inciden en la movilidad social, y cómo estos pueden ser usados para la implementación de políticas públicas pertinentes para la erradicación de la pobreza o la delincuencia en México.
“La política pública ahora está cambiando. No nada más viendo desigualdad y pobreza, sino también la movilidad social. Eso es sumamente importante porque ya no se trata de que la gente tenga los satisfactores mínimos, sino cómo se ven, y cómo van perteneciendo o no a esta sociedad”, comentó la Dra. María Eugenia Ibarrarán Viniegra, académica e investigadora de la IBERO Puebla, en la presentación de la obra.
Si bien este libro cuenta con un análisis de la movilidad social en Monterrey y Puebla, este último estado propicia un escenario ideal para el estudio de la desigualdad social. En palabras del Dr. Juan Enrique Huerta, “es un lugar donde la desigualdad se materializa como en muy pocos lugares en el mundo”.
Así, a través de cuatro capítulos los autores diseccionan el fenómeno de la movilidad desde sus principales factores: lugar de nacimiento, género, idioma o lengua, educación, contexto familiar y el nivel o decil socioeconómico. Estas son las piezas que, en su conjunto, ilustran la desigualdad de oportunidades existe entre las y los poblanos.
El estudio se enriquece a la par con una visión técnico-científica, en la que a través de diversos métodos estadísticos y econométricos se analizan datos recopilados por los diversos autores, y por otras instituciones, como el INEGI. Es así como el libro fusiona el estudio sociológico de la movilidad social con un método científico que permite estudiarlo de forma cuantitativa.
“En la economía existen trayectorias, cambios, tendencias, evolución de las cosas, de la sociedad; existen parámetros, distribuciones, índices, que son las cosas en las que estamos interesados cuantitativamente y eso es lo que se trató de plasmar en este libro”, explicó el Dr. Emmanuel Olivera.
Como resultado de esta fusión, Movilidad social en territorios de México: Monterrey y Puebla presenta un panorama complejo en que la cohesión social es necesaria para garantizar las mismas oportunidades a toda la población, sobre todo desde la educación. Un factor que, para los autores y el panel presente en el evento, es fundamental para el cambio.
El Dr. Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, remarcó que ese cambio también depende del Estado, que debe fijar su interés en la movilidad social para poder crear políticas pertinentes y constructivas para la ciudadanía.
“Si queremos reducir la desigualdad de oportunidades, ¿Cuál es el principal agente? es la acción estatal?, ¿Cómo determinamos el tipo de acción estatal? Se requiere de mayor presión para alcanzar acciones estatales que reduzcan la desigualdad de oportunidades, y esa es la razón para promover la movilidad social”, señaló el experto.