Las reuniones decembrinas traen consigo platillos tradicionales, bebidas y postres que forman parte del ambiente festivo. Para disfrutar de estas celebraciones sin descuidar los hábitos alimentarios, la Lic. Angélica Rojas Malpica, asistente ejecutiva de la Clínica de Nutrición de la IBERO Puebla, y la Lic. Arlet Flores Cruz, estudiante de la Maestría en Nutrición Clínica, compartieron cinco recomendaciones prácticas para mantener un equilibrio durante esta temporada.

El primer punto es la moderación inteligente, que consiste en servir porciones adecuadas de los distintos platillos, ya sea ensaladas, pastas o guisados. De esta manera es posible probar de todo sin caer en excesos, y disfrutar los sabores y el cariño que las personas impregnan en la preparación de cada plato.

El segundo consejo es equilibrar el plato, dando prioridad a las verduras. Las especialistas sugirieron incluir opciones propias de la temporada, como ensalada de betabel con zanahoria y cacahuates, o la tradicional ensalada de manzana preparada con yogur griego natural para reducir el aporte de azúcares.

También es importante tener cuidado con las bebidas, pues los refrescos y el alcohol aportan una alta cantidad de calorías y azúcares de manera rápida. Para evitar un consumo excesivo, aconsejaron alternar una copa de vino con un vaso de agua, o bien, optar por bebidas naturales y tradicionales como el ponche sin azúcar.

Otro punto clave es tomarse el tiempo para comer. Disfrutar lentamente la cena, conversar y estar presente en el momento ayuda a evitar el consumo impulsivo y a identificar mejor las señales de saciedad del cuerpo. Para esto, es importante ser conscientes de las señales del cuerpo y las sensaciones al comer, sin castigarlas ni juzgarlas.

Finalmente, recomendaron evitar los ayunos durante el día para “compensar” la cena navideña. Llegar con el estómago vacío puede provocar una sensación desmedida de hambre y dar pie a atracones, por lo que es mejor consumir un desayuno ligero, y colaciones adecuadas, como yogur con fruta y granola.

Las especialistas recordaron que la Navidad es un momento para disfrutar, no para restringirse. Un solo día no define los hábitos desarrollados a lo largo del año; lo importante es tomar decisiones conscientes y escuchar al cuerpo sin juzgarlo, limitarlo o dañarlo, pues las fiestas son para disfrutarse en compañía de quienes más queremos.