
La trata de personas en México es uno de los grandes pendientes por atender y solucionar, incluso teniendo múltiples marcos legales como el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, conocido comúnmente como Protocolo de Palermo (2003) o la Ley para prevenir y sancionar la trata de personas (2007). Sin embargo, las cifras siguen aumentando, y ante ello, las acciones son necesarias.
La IBERO Puebla y el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A. C., impulsaron la jornada Tramas de la trata Puebla-Tlaxcala: agenda pendiente para el acceso a la justicia y la prevención, un espacio hecho para visibilizar la gravedad detrás de la trata de mujeres, y analizar, junto con un equipo grande de expertos, los obstáculos que persisten para acceder a la justicia.
Las cifras hablan por sí mismas: en Puebla se registraron 280 víctimas entre 2015 y 2022 (63% mujeres); en Tlaxcala, las redes de trata operan en al menos 17 estados del país, mientras que de 2022 a 2025 se atendió a 53 mujeres sin contar aún con un refugio especializado. Frente a este escenario, la jornada convoca a fortalecer la prevención, la atención a víctimas y la exigencia de justicia mediante la articulación entre academia, organizaciones civiles y comunidades.
Para dar la bienvenida a esta jornada, Nathaly Rodríguez Sánchez, directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla, explicó que “esta grave violación a los derechos humanos hace objetos a estas víctimas y a las familias”, las cuales se unen a través de la “exigencia de justicia”.
Por su parte, Marisol Flores García, directora del Centro Fray Julián Garcés, señaló que “a pesar de la ratificación del protocolo de Palermo […] la trata de mujeres en la región Puebla-Tlaxcala sigue siendo grave y negada por los gobiernos”. Sobre la jornada, aseguró: “Es un punto de partida para el análisis de las violencias que vivimos las mujeres”.
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La trata de personas se vincula con los delitos de desaparición forzada y feminicidio.
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Este momento dio pie a la conferencia Situación actual de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en la región Puebla y Tlaxcala, donde especialistas brindaron una radiografía completa de la situación de la trata de personas, no solo como problemática, sino también en su dimensión de grave violación a los derechos humanos.
Ana Gamboa Muñoz, coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) del IDHIE, señaló el carácter deshumanizante de la trata de personas, donde los cuerpos (especialmente de las mujeres) se vuelven mercancías usadas para cualquier propósito que defina la persona o redes que les tratan.
Rosario Arrambide González, integrante de la Defensoría de Derechos Universitarios (DDU) de la IBERO Puebla, compartió que este delito se lleva a cabo en la clandestinidad, con víctimas en estado de cautiverio; a esto se suma que “existe una cifra negra mayor al 90%”, lo que significa que por cada víctima hay 20 más sin reportarse.
En Puebla, la mayor parte de las víctimas son mujeres de más de 18 años, quienes usualmente son desaparecidas. Los municipios son los principales focos rojos de atención, pues las cifras y expresiones sugieren que la violencia de género se ha encrudecido, y no se ha atendido adecuadamente en las instancias gubernamentales llamadas a hacerlo.
También señaló que hay feminización de esta problemática, y una sexualización de la trata, pues si bien en el país no existen datos concretos que sugieran cuáles son las modalidades de la trata, a nivel mundial y nacional se destaca la explotación sexual. El panorama, afirmó Arrambide González, indica que “podemos observar la cosificación y la mercantilización de los cuerpos de las mujeres”.
Ixchel Yglesias González Báez, integrante del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de Ciudad de México, brindó el panorama de la trata en Tlaxcala.
Explicó que el sistema proxeneta se constituye de “mecanismos de control que tienen como finalidad anclar a las mujeres a la explotación sexual”. En esta dinámica está de por medio el amor romántico, el control, la pérdida de la individualidad, entre otros mecanismos.
A pesar de que diferentes organizaciones civiles y académicos reconocen que la trata está presente en 40 de los 60 municipios del estado, el gobierno de Tlaxcala ha negado reiteradamente que la problemática exista. Al respecto, la experta indicó: “Tú podrías encerrar a todos los proxenetas, pero [la trata] va a seguir, porque se articula con otros procesos de violencia estructural”. Y advirtió: “La trata sirve al control territorial”.
Finalmente, Oscar Montiel Torres, miembro de Observa Trata, Capítulo México, expuso la importancia de dar una respuesta “inteligente” a la problemática desde la investigación. Para el experto, la trata ya es un fenómeno de “dimensiones de crisis estructural”, donde México ya alcanzó el tercer lugar mundial con más casos, y específicamente con más niñas y mujeres inmersas en este ciclo de explotación. El académico criticó las medidas del Estado, las cuales, según Montiel Torres, solo han permitido e desarrollo de “marcos que justifican la explotación de las mujeres”.
La jornada Tramas de la trata Puebla-Tlaxcala culminó con un pronunciamiento de parte del IDHIE, el Centro Fray Julián y la iniciativa popular que busca seguir abonando a la erradicación y prevención de la trata de personas en el país. En el documento, se dan siete recomendaciones y llamados a la acción puntuales para los gobiernos de ambas entidades.













