
La arquitectura forense es una disciplina que combina el diseño, la investigación metodológica, la abogacía, el periodismo, la ciencia, la programación y otras tantas especialidades para hacer la reconstrucción de escenas y hechos donde se cometieron delitos de lesa humanidad, crímenes de odio, guerras, entre muchos otros eventos violentos. Esta materia llegó a la IBERO Puebla a través de su Laboratorio de Arquitectura Forense.
La Universidad Jesuita introdujo esta disciplina —la cual fue creada hace apenas 15 años— como parte de su vocación jesuítica de generar conocimientos académicos con pertinencia social, que cumplan el objetivo de ayudar, siempre, a las y los más desfavorecidos. Esto se demostró en el foro Seguir el Rizoma, llevado a cabo en el marco de la celebración universitaria del diseño, la DADA Week.
La Dra. Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica, inauguró el foro y remarcó su relevancia en una institución confiada a la Compañía de Jesús. “Es un signo de cómo las universidades debemos responder al contexto histórico en el que nos tocó vivir […] la Universidad está obligada a encontrar nuevos instrumentales epistemológicos, metodológicos y también para conocer la realidad e incidir sobre ella con miras a transformarla”.
La directora enfatizó la importancia de crear nuevas interacciones e instrumentos para investigar las violencias actuales. Por su parte, el Dr. Oscar Soto Badillo, académico y miembro del Laboratorio, abonó: “Esta configuración de la violencia revela formas emergentes de estructuración del poder que pretendemos comprender, develar y ojalá contribuir a desmontar”.
El académico concluyó que la comprensión de la arquitectura forense como disciplina “constituye un profundo desafío […] demanda salir de la caja de los arreglos disciplinares y tomar distancia de la jerga académica para aventurar nuevos abordajes teóricos, metodológicos y tecnológicos capaces de revelar los marcos cognitivos y discursivos que subyacen a las violaciones a los derechos humanos para contribuir a desmontarlos”.
La Mtra. Adriana Quiroz Hernández, directora del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura (DADA), enfatizó la importancia de este foro, relacionado íntimamente con la temática de la DADA Week: “actuar y resistir”. Explicó: “Actuar es usar la arquitectura como herramienta de investigación, denuncia y transformación social. Resistir se vincula con la respuesta crítica frente a los poderes que producen invisibilidad e impunidad. Actuar y resistir, entonces, son conceptos que debemos seguir explorando y materializando”.
“El espacio se convierte en testigo de la mentira institucional”: Mtro. David Fernández Dávalos, SJ ______________________________________________________________________________________
En la conferencia magistral del foro Seguir el Rizoma se demostró que la arquitectura forense de la Universidad Jesuita es vanguardista y única en el país gracias a su metodología, mediante la cual se analiza el contexto histórico y científico para ayudar a víctimas de tragedias nacionales e internacionales a encontrar justicia, paz y reparación.
El Mtro. David Fernández Dávalos, SJ lo explicó a través de su experiencia en el rubro como comisionado del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico del país.
Como exrector de la Universidad Jesuita y exdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, el Mtro. Fernández Dávalos compartió la relevancia que ha tomado esta herramienta en el campo de los derechos humanos en los años recientes: “Se ha convertido en un aliado particularmente de las víctimas”.
Explicó que, en casos de secuestro, desaparición forzada o en otros más particulares como los vuelos de la muerte ejecutados por el Ejército de las décadas de los sesenta y setenta, las y los sobrevivientes buscan respuestas a través de los recuerdos que dejaron sus sentidos: cómo se ve, escucha, siente, huele y sabe la violencia. Las víctimas memorizan cada detalle y “proyectan su esperanza para, a futuro, poder denunciarlos. En su momento, eso se activa de inmediato en cuanto eres detenido o desaparecido”.
Esos esbozos que dejan los sentidos permiten las reconstrucciones forenses a través de modelaje 3D, imágenes satelitales, análisis de video y sonido y cartografía. Toda representación es una herramienta probatoria que ayuda a aquellas personas que sufrieron los efectos de la violencia. “Han abierto un campo nuevo de investigación y de generación de evidencia. Porque te ayuda a producir evidencia independiente útil para contrarrestar versiones oficiales y revelar encubrimientos estatales”, aseguró Fernández Dávalos, SJ.
Sus aplicaciones en América Latina son fundamentales, pues la región se ve continuamente asediada por las versiones oficialistas que buscan el olvido y la opresión. El sacerdote jesuita, aseguró que la arquitectura forense “es un arma política en contra del poder, en contra de la dominación, en contra de los perpetradores y por esto en favor de la justicia, de la memoria, de la verdad”.














