La UPAEP celebró un nuevo logro histórico con el lanzamiento del Gxiba-1, su segundo nanosatélite desarrollado completamente en México, el cual fue puesto en órbita desde Japón rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), como parte de una misión coordinada por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).

El evento, reunió a parte del equipo responsable de esta hazaña científica encabezado por el Mtro. Eugenio Urrutia Albisua, Director de Proyectos Aeroespaciales de la UPAEP, acompañado por Carlota García Campillo, estudiante de Ingeniería Aeroespacial, así como por Alessia Sánchez Amezcua y Lucio Emiliano Ruiz Sepúlveda, estudiantes de Ingeniería en Software.

“Estamos muy emocionados, pero también muy nerviosos. En los lanzamientos espaciales puede pasar de todo hasta el último segundo. Sin embargo, saber que hoy despega un satélite hecho completamente en México, por talento UPAEP, nos llena de orgullo”, expresó Urrutia Albisua.

El académico destacó que, a diferencia de otros proyectos internacionales, Gxiba-1 fue diseñado, desarrollado y ensamblado totalmente en México, sin colaboración técnica de otros países, aunque JAXA proporcionó el lanzamiento y revisó exclusivamente los aspectos de seguridad.

El satélite viaja junto con otros CubeSats de Japón, Tailandia y Malasia, además de suministros para los astronautas de la EEI. Su misión principal será el monitoreo de volcanes activos, aunque también cuenta con capacidad de comunicación con radioaficionados para transmitir mensajes de emergencia a la constelación satelital Iridium, permitiendo su recepción inmediata en Tierra.

Para Carlota García Campillo, encargada del área de operación de misión, el lanzamiento representa la culminación de varios años de trabajo.

“Este es el momento en el que vemos el resultado de años de esfuerzo. Participar en la operación del satélite, monitorear su misión y ver cómo todo lo aprendido en clase se traduce en algo real, es una experiencia única”, señaló.

Por su parte, Alessia Sánchez Amezcua, del equipo de Flight Software, compartió la emoción de ver despegar un satélite de apenas 10 centímetros que concentra tanto conocimiento y tecnología mexicana. “Es increíble pensar que algo tan pequeño pueda representar tanto esfuerzo y pasión. Desarrollamos el software que controlará el satélite en órbita. Este momento marca historia para todos nosotros”, dijo.

Mientras que Lucio Emiliano Ruiz Sepúlveda, del área de la estación terrena, destacó la importancia del trabajo en equipo. “Estoy muy orgulloso de representar a mi grupo. Este proyecto demuestra que los estudiantes podemos contribuir a la ciencia y la tecnología espacial desde México”.

Eugenio Urrutia subrayó que el proyecto Gxiba-1 integró a más de 25 estudiantes y seis profesores, aunque el número total varió a lo largo de los tres años y medio que duró su desarrollo. En el proceso participaron no solo ingenierías como Aeroespacial, Electrónica, Software y Mecatrónica, sino también carreras como Derecho, Mercadotecnia, Diseño, Comunicación y Administración, mostrando el carácter multidisciplinario de la investigación aeroespacial en UPAEP.

“El primer satélite, el AztechSat-1, nos dio mucha experiencia y nos permitió abrir camino. Con Gxiba-1 reafirmamos que la universidad tiene la capacidad de liderar proyectos espaciales con estándares internacionales”, destacó el maestro.

El nanosatélite Gxiba-1 permanecerá inicialmente en la Estación Espacial Internacional, desde donde será liberado a su órbita a principios de 2026, una vez que el calendario de los astronautas lo permita.

De acuerdo con Sara Zayas, estudiante de Ingeniería Aeroespacial, el equipo ya realiza simulaciones para determinar los mejores momentos de observación.

“El satélite tomará imágenes de los volcanes activos en momentos precisos según su órbita. No hay un periodo fijo de monitoreo, sino que depende de las ventanas de observación más favorables”.

Enrique Sánchez Lara, líder del área de permisos y licencias, explicó que México no contaba originalmente con procedimientos específicos para autorizar órbitas satelitales, por lo que la UPAEP colaboró con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y posteriormente con la nueva Agencia de Telecomunicaciones del Gobierno Federal para establecer estos lineamientos.

Además, el académico detalló que Gxiba-1 es un satélite de órbita baja (400 km de altura), que da la vuelta a la Tierra cada hora y media, y no genera basura espacial, ya que no cuenta con propulsión y se desintegrará al reingresar en la atmósfera al final de su vida útil.

Urrutia Albisua adelantó que la UPAEP ya fue invitada por el Gobierno Federal a colaborar en el proyecto nacional de constelación satelital junto con la UNAM, el IPN y el CICESE además de trabajar en nuevas misiones que actualmente se encuentran en etapa de diseño.

“Antes de lanzar un nuevo satélite, lo más importante es definir la misión: qué queremos que haga, qué aporte científico o tecnológico va a ofrecer. Ese es el paso en el que estamos ahora”, puntualizó.

Finalmente, el académico reiteró que este logro posiciona a la UPAEP como pionera en el desarrollo de tecnología espacial mexicana y demuestra el potencial de los jóvenes para contribuir a la ciencia global.

“El Gxiba-1 no solo es un satélite: es un símbolo del talento, la disciplina y el sueño mexicano de conquistar el espacio con ingenio propio”, concluyó.

Ficha técnica del proyecto Gxiba-1 (UPAEP)

Nombre: Gxiba-1

Tipo: Nanosatélite tipo CubeSat (10x10x10 cm)

Desarrollado en: Laboratorios de la UPAEP, Puebla, México

Objetivo principal: Monitoreo de volcanes activos en territorio mexicano

Objetivo adicional: Comunicación de emergencia mediante radioaficionados

Lanzamiento: Cohete H3, Agencia Espacial Japonesa (JAXA), 2025

Órbita: Baja, 400 km de altitud, inclinación de 51.6°

Liberación estimada: Primer trimestre de 2026 desde la EEI

Duración de la misión: Aproximadamente 12 meses