
La Universidad Jesuita confirma que, gracias a sus áreas verdes y a los esfuerzos de conservación, aporta a la biodiversidad de la cuenca del Alto Atoyac con la preservación de aves, mariposas y murciélagos.
La biodiversidad del mundo es de más de 1.9 millones de especies, de las cuales aproximadamente el 10% se pueden encontrar en México. Las acciones de conservación, reproducción y cultura del cuidado son múltiples; sin embargo, en esta tarea hay un actor indirecto que hace mucho por la preservación del ambiente: las universidades y sus áreas verdes. La IBERO Puebla es clara muestra de esto.
La Universidad Jesuita es hogar de más 80 especies de fauna y más de 1,200 de flora. Esto es posible debido a que el campus cuenta con 64,000 metros cuadrados de áreas verdes, de los cuales un 30% están cubiertos por árboles y arbustos; un lago artificial con perímetro de 545 metros, y una estructura que prioriza la arquitectura bioclimática.
El Dr. Romeo Saldaña Vázquez, académico del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de Institución, compartió esta información en su conferencia Biodiversidad de la Universidad Iberoamericana Puebla: oportunidades para su conservación, que fue parte del Seminario de Investigación 2025 del IIMA.
“No podemos separarnos de los sistemas naturales. Todo está relacionado, y lo que hagamos, las decisiones que tomemos sobre estos ambientes, van a regresarnos a nosotros de alguna manera”: Dr. Romeo Saldaña ______________________________________________________________________________________
“Los campus pueden ser un refugio importante para la biodiversidad”, afirmó el académico, y detalló que en la IBERO Puebla se puede observar diferentes especímenes de aves, murciélagos y mariposas en los nueve polígonos verdes del campus, los cuales provienen naturalmente de la cuenca del Alto Atoyac.
De acuerdo con la investigación realizada por el Dr. Romeo Saldaña, de las 303 especies de aves que habitan la cuenca, 74 están presentes en las instalaciones universitarias, lo cual representa un 24% del total. De las 60 especies de mariposas, el 21% son observables en el campus, así como el 35% de las especies de murciélagos.
Esta proliferación de fauna no es casualidad: los 1,212 árboles, arbustos y otras especies de flora que existen en la Universidad brindan los espacios adecuados para que cada vez más aves, insectos y mamíferos se acerquen al campus, sobre todo para descansar y tener un hogar el cual habitar en paz.
Desde una mirada prospectiva, el investigador remarcó la importancia de seguir implementando estrategias de cuidado y preservación de especies dentro de la Universidad Jesuita. Acciones como la creación e impulso del jardín polinizador, el huerto IBERO Puebla, el grupo de resguardo y adopción de gatos ferales Iberomichis y la instalación de paneles solares son de las principales medidas con las que la Casa de Estudios procura el cuidado de la casa común.